miércoles, 9 de marzo de 2016

"Por y para tí"

A lo largo de cada día pienso más que hago. Me acuerdo de los que ya no están, de los que están pero no forman parte de mi vida diaria y de aquellas personas que cada día tengo el privilegio de conocer.
 Supongo que quizás seas alguien de los que piensan al leer mi párrafo anterior “a buenas horas te acuerdas”. Adelante, vete, porque hoy voy a hablarte de quienes son mi vida. Y si, porque ya era hora.

 A lo largo de la vida conocemos un número incontable de personas, aunque según la etapa en que estemos nuestro grupo más cercano tendrá unas cualidades u otras, esté formado o no por las mismas personas siempre (que es difícil), porque todos evolucionamos.
 Durante mi costosa etapa escolar en la que no quise o no supe integrarme con los demás, tuve siempre un buen amigo que a los 15 años la vida me arrebató. Aunque los grandes genios siempre dejan un buen legado, y el tuyo me cambió la vida. Como diría Spock “larga vida y prosperidad” allá donde estés.
 
 Fui creciendo y, tras un primer intento de socializar, me despeñé. Abrí los ojos, observé la realidad y decidí que ese no era mi mundo, aunque me quedaban muchos más por descubrir. Desde aquí agradecer cada día a los tres que, desde mi etapa en la E.S.O, forman parte de mi modesto grupo social, pilar de mi forma de ser.
Justo antes de entrar en la universidad quise experimentar la sensación del fútbol con amigos. Me uní a una gran peña blanquivioleta y durante un año disfruté del verdadero sentimiento futbolero. Conservo algún  que otro amigo de aquel grupo a quien aprecio mucho, y espero poder volver algún día.

 Ya en la universidad, no fue hasta el segundo curso cuando las verdaderas amistades comenzaron a forjarse. Una de las más importantes aquel del que acogí la idea de escribirte. Ya en tercero, a sabiendas de que aún no he acabado y, por lo que he podido ver, puede pasar cualquier cosa, cuatro jóvenes futuras enfermeras me llamaron la atención. De momento he tenido la suerte de crear alguna que otra amistad, y aunque todo es relativo, ha sido hasta el momento el mejor año universitario tanto a nivel académico como personal.

 La amistad no se forma de un día para otro, hay que poner ganas, empeño y corazón. Perder un amigo o a una amiga puede doler tanto como romper con tu pareja, son sentimientos al fin y al cabo. Creo que no vale la pena luchar por quienes no te consideran único, y pierden mi respeto quienes dicen ser mis amigos pero no hacen más que herirme por sus actos u omisión de los mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario