viernes, 18 de marzo de 2016

"Hagamos vida, hagamos el amor"

 Todo el que me conoce lo suficiente, sabe que soy una persona muy peculiar, sin que ello signifique poseer una mente endiablada.
 Soy de los que piensan que la persona más romántica del mundo es también la más apasionada en el sexo, y de eso vengo a hablaros.
Todos hemos deseado alguna vez pasar una noche desenfrenada haciendo derretirse todo el  Polo norte. Unas horas de ensueño, que te dejan huella y aunque pasen las semanas sigues sintiendo el tacto de la piel de esa persona rozando con la tuya. Sentir la boca seca, temblor en las piernas y, en nuestro caso (de los chicos) bastante incomodidad en la entrepierna.
 Esa noche de pasión, que algunos y algunas afortunadas habrán vivido te hace eso mismo, vivir. Considero que es algo que todos debemos experimentar, porque al ser humano pocas cosas le excitan más que el morbo de lo atrevido o prohibido. Esa chica absolutamente desconocida hace un par de horas a la que ferozmente ansías desnudar y que de conseguirlo, algunos (y sólo auténticos forofos) comparan con la sensación de remontar en la última jugada un partido que te proclama campeón.

 En estas situaciones sólo importa el físico. Puro deseo carnal, miradas lascivas, coqueteo, mordidita de labios y finalmente se desata la lujuria.
 Por otro lado para quien no lo consigue, el calentón sin final feliz no sólo deja tocado, sino que es una putada.
Al contrario, aunque no exactamente ya que también implica sexo, está lo que se llama “hacer el amor”. Que resumiendo es placer sexual con alguien a quien amas. Más emocional y sano, y también más bonito. 
  El sexo sin amor para mí es tan sucio como tentador, pero no hay amor que se precie sin sexo, pues es el mayor vínculo de la pareja, donde se demuestra de verdad el amor que sientes hacia alguien. Naturalmente siempre hay quien se considera fiel defensor/a del sexo con amor jurando negarse a ello si no hay sentimientos en medio, pero seamos justos, nadie es dueño de sí mismo cuando te llevan al limbo. No me malinterpretéis, claro que hay lobas y lobos inofensivos que  tienen auténtico poder mental, pero poder controlarlo no significa ser incapaz de volverse un toro.

 Por si hasta ahora no ha quedado claro, no he hablado del sexo por hablar, he mostrado mi faceta en este tema. Me considero un chico bastante detallista y cariñoso, pero tener una importante doble cara no resta valor a la más socialmente aceptado, a la persona.
Aquí te espero para hacerte el amor, para quererte, observando tu llegada a través de mis ojos, el reflejo de mi alma.

1 comentario:

  1. Aa veces se te pasar las horas hablando con la persona que te gusta y no sientes esa necesidad te conformas con hablar. Pero si es algo íntimo y emocional incluso con un desconocido al final te abres un poco en el buen sentido de que estás mostrado tu intimidad física y creo que inevitablemente emocional xq algo se siente sea bueno malo y tienes que congeniar comunicarte xq hay que conocerse para saber que le.gusta a la otra persona como es su exprencia etc.

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